Boys Mama

Enero 2018. 

Criar varones para mi ha sido hablar otro idioma. Idiomas, lo mismo que estudié en Humanidades de la U.P.R.

 Nadie me preparó para criar hombres, me crié con mujeres y una hermana. En contraste, siempre tuve amigos y amigas, casi la misma cantidad de hombres y féminas Criar hombres es una responsabilidad casi como dirigir una empresa. Tienen que ser sensibles y fuertes, genuinos y gentiles. Seguros y balanceados. De niños vivía rodeada de Hot Wheels, super heroes, rabietas, carcajadas, cumpleaños, amigos, más cumpleaños, bloques Lego, Toy Story. Soccer, natacion, pelota, arte, música, colegio, field days. Mocos, peos y peleas brevísimas para pasar a vivir con agenda llena en su adolescencia, cuando no se perdían de nada.

Nunca he dejado de tener el radar encendido para identificar qué novias y amigas eran genuinas, saber qué amigos eran de verdad. . Para seguir jugando juntos. Ya como a los 8 años agradecí tener varones, y para nada extrañé una hembra. No tuve que bregar con otro PMS ni con los dramas de las amigas. Mis hijos peleaban con sus amigos y seguían siendo amigos. Hasta el sol de hoy, tienen los mismos amigos afortunadamente. 

Aprendieron a fluir con mis amigos, los de los trabajos y mis amigos personales. Nacieron con más talento del que imaginé tendrían y cada uno en su campo es un artista inmenso.

Eso me conecta con ellos, siempre quise ser bailarina. Y lo fui, por unos 6 brevísimos años. No lo seguí,como ellos. Me falta enseñarles a bailar.

De verlos crear y crecer en su arte, canalizo el mío que quedó un poco inconcluso.  Fluyen con mis amigos, nos conectan muchas cosas y son la obra que más orgullosa me hace sentir. Madre de varones. 

Deja un comentario