6 de octubre,2017-
El reto de no tener internet ni celular me ha dado un flashback de cuando solo teníamos el teléfono de la casa. Ironía dramática y contradictoria en momentos que la tecnología se nos vende como el panacea que nos salvará en todo.
Como no está en mis manos, suelto el control de querer estar todo el tiempo conectada al celular. Se ha hecho difícil pero no es imposible. Cada día acordamos una hora para hacer la comida juntos. Mis hijos y yo. Salir a comer es otro reto – por las horas, la espera y el lugar donde encontremos comida para todos. Con la última botella de gas butano en la hornilla de gas – tesoro de mi cocina- el otro día hice arroz guisado y corned beef. Uno de mis platos favoritos. Ohh.!!! Y tuve esa deliciosa sensación de tener comida recién hecha en casa. Caliente y sabrosa. Back to basics.
Repaso diariamente las bendiciones que tenemos. En la zona metro, la crisis es muy distinta a fuera de San Juan, donde tenemos que ir a ayudar de la forma que podamos.
Por suerte, en mi zona, ya las filas en gasolineras han bajado. Good. Conduzco sin estar mirando el galón y calculando cuánto me queda. Bendito corned beef!

